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¿Quién es Javier Garibaldi? ¿Por qué celebran su llegada al Corre?

En 1987 Javier 'el Capi' Garibaldi, salió campeón del Estadio Azteca, tras vencer a los Gallos Blancos del Querétaro en una, trágica, angustiante y épica final de ascenso.

Por: Ignacio Aceves

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Javier Garibaldi, inició su carrera en la Jaiba Brava del Tampico-Madero, en la década de los 80´s, uno de los rivales deportivos más añejos del Club Correcaminos, en 1983 llegó a las filas del equipo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, jugador que llegó para defender la camiseta azul-naranja, y que se caracterizó por ser un hombre que defendía con pasión y garra los colores universitarios, esfuerzo y calidad que lo llevó a ser el Capitán del equipo más recordado por los aficionados en la historia.

En 1987 Javier “el Capi” Garibaldi, salió campeón del Estadio Azteca, tras vencer a los Gallos Blancos del Querétaro en una, trágica, angustiante y épica final de ascenso, llenando las calles de Ciudad Victoria de aficionados que celebraban la llegada al máximo circuito de fútbol en el país.


El Capi jugó poco más de una década con el equipo universitario, retirándose del futbol profesional en el año de 1991.

Tras su retiro futbolístico Javier Garibaldi continuó radicando en la capital de Tamaulipas, gracias a sus relaciones durante su carrera futbolística, el tampiqueño logró colocarse como servidor público en diferentes cargos en el gobierno estatal, en su mayoría en el plano administrativo en áreas como Patrimonio y Contraloría.

El amor por los colores del Correcaminos, lo hizo formar una familia en la ciudad donde se encuentra el nido del ave universitaria, convirtiéndose a la par en uno de los aficionados más críticos del trabajo del plantel, celebrando los buenos momentos, pero mostrando su enojo y su frustración en los malos.

A su llegada a la Presidencia del Correcaminos, ha expresado que el proyecto estará basado en el trabajo y en el apoyo de los jóvenes futbolistas, abriendo las puertas del equipo a jugadores que busquen defender con honor, con voluntad, trabajo y disciplina la playera azul-naranja, con la meta de revivir la gloria que alcanzó Correcaminos en los años 80s, cuando fue el capitán de aquel equipo, logrando en aquel entonces el ascenso a la Primera División del fútbol mexicano.

 

¡Hace 37 años fue uno de los protagonistas que trajeron un trofeo de Campeón y el tan anhelado ascenso!

 

Hace 37 años, se vivió tal vez la alegría más grande de la afición del Correcaminos en Ciudad Victoria en algo relacionado a fútbol, Correcaminos paralizó la ciudad después de conseguir el ascenso en una final ante Querétaro que se disputó en el Estadio Azteca, donde en penales la escuadra de Victoria se quedó con el título.

Era un 23 de junio de 1987, se iba a vivir ese día por la tarde el cierre de una serie por el ascenso a Primera División que dio mucho de que hablar pues se tuvieron que jugar tres encuentros entre Correcaminos de la UAT y la U. A. de Querétaro, el último de ellos en el mítico Estadio Azteca.

Correcaminos había tenido una buena temporada regular pues de 36 encuentros, 14 había ganado, 13 empatados y 11 perdidos para quedar así como segundo lugar de grupo.

En la fase de ‘Grupo de Campeonato’, Correcaminos avanzó sobre equipos como Santos, Zacatepec y la Universidad de Colima para así acceder a la gran final, mientras que Querétaro dejó fuera a Pioneros, Tecomán y Texcoco; el duelo por el ascenso sería entre el ‘Corre’ y los Gallos.

El 10 de mayo de 1987 se jugó la final de ida en Ciudad Victoria en el Marte R. Gómez, el marcador había sido de 0-0; después el duelo, el autobús de Querétaro tuvo un accidente en donde murieron tres jugadores, Agustín Jiménez, René Montalvo y Gerardo Orona.


Tras la tragedia que sucedió en San Luis, Correcaminos y Querétaro llegaron a un acuerdo para que el duelo no se disputara hasta nuevo aviso, pues además de perder jugadores, también en lo anímico varios no estaban en las mejores condiciones.

Finalmente se determinó que el 20 de junio se jugara la vuelta, fue así como un equipo mermado de Gallos que a pesar de recibir propuestas de apoyo de equipos de primera división pues tenían bajas de jugadores que fallecieron y otros que salieron graves del accidente, se la jugaron con el plantel restante.

Ese duelo fue muy parejo al igual que el primero, pero en los minutos finales, Correcaminos abrió el marcador y veía el ascenso cerca con tanto de Armando Serratos, pero a falta de cinco minutos, Edgardo Codesal tomó una mala decisión arbitral y perjudicó a los victorenses, los Gallos empataron y acabó el partido. Con el empate jugarían el tercer y definitivo cotejo el 23 de junio.

Era un martes por la tarde, el escenario pactado fue el Coloso de Santa Úrsula, escenario donde justo hace un año en ese tiempo, había ganado Argentina la Copa del Mundo con la famosa 'Mano de Dios' de Diego Armando Maradona.

Un duelo muy parejo fue el que se vivió de nuevo en el Azteca, tanto que quedaron de nuevo igualados a cero goles, recurrieron a los tiempos extra pero tampoco hubo goles y se tuvieron que cobrar tiros desde el punto penal.

Iniciaron los de Victoria y Correcaminos anotó por medio de José Treviño, Querétaro fallaría y Armando Serratos iba a poner el 2-0, Gallos puso el 2-1 y ‘Pollo’ Tobías falló para el ‘Corre’, Querétaro no aprovechó y erró, el marcador era de 2-1.

El ‘Capi’ Garibaldi consiguió el 3-1 y los queretanos colocaron el 3-2, pero el último tiro donde se definió todo fue por conducto de Francisco ‘Panchillo’ Cervantes quien puso el 4-2.

El famoso ‘Panchillo’, tomó la pelota, la puso en el punto penal y la ilusión y alegría de miles de personas en Victoria y en el Azteca estaban en su pie, tomó vuelo, respiró hondo y sacó un disparo imposible para el portero, fue gol, el gol del ascenso, gol de la alegría el gol que puso a toda una ciudad a celebrar.


Más de 60 mil personas habían presenciado ese duelo, donde alrededor de 20 mil aficionados eran de Victoria, era la locura en ese momento para la gente que apoyaba al azul-naranja.

El festejo en el Azteca no se hizo esperar, duró horas, pero los jugadores ansiaban estar en Victoria, viajaron en avión a Tampico y de la ciudad sureña en autobús hasta Victoria, escoltados siempre por seguridad federal de caminos.

Desde la ciudad de Llera, los jugadores se sorprendieron pues había gente al lado de la carretera, pues sabían que esa era la ruta para llegar a la capital muchos con sus banderas otros sólo festejando con gritos de apoyo, conforme avanzaba el camión, aumentó el número de personas, hasta que llegó a la ciudad, donde todo era una locura.

Gente en motocicleta y en carros perseguían al autobús oficial los jugadores se asomaban por las ventanas del mismo camión y festejaban con emoción con los victorenses; llegaron al Estadio Marte R. Gómez, donde todo fue una locura, lleno estaba el inmueble del 17 Carrera.

Banderas, porras y sobre todo un gran ambiente dentro y fuera del estadio pues la gente que no pudo ganarse un lugar para el festejo aguardaba afuera para por lo menos estar cerca de los que en ese momento eran sus ídolos.


Toda la ciudad se paralizó no había nadie que no estuviera festejando el ascenso pues iban a tener la fortuna de tener de visita a equipos como América, Chivas, ente otros equipos históricos, pero sobre todo por la alegría de ver al equipo de la ciudad dentro de la élite nacional.

Esos días fueron de fiesta, el logro más grande del club se vivió, mismo que ya no se ha podido vivir; lo más cercano fue el campeonato del 2011 en el Apertura 2011, pero de nada sirvió pues en la final por el ascenso cayeron ante León.

Desde hace 37 años la ciudad no se ha paralizado, no se ha vuelta a vivir algo igual, más de 20 años ha estado en el equipo en la división de plata y parece que seguirán más, por lo pronto ese plantel sigue siendo recordado por los aficionados y lo seguirá siendo hasta que llegue otro equipo y haga la hazaña de regresa a la primera división.


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