Disputa de territorios: un peligro para los migrantes en Tamaulipas
Uno de los mayores peligros que enfrentan los migrantes es la colaboración implícita entre algunos elementos de las fuerzas de seguridad y estos grupos delictivos.
CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El tráfico de personas ha sido un fenómeno que ha existido a lo largo de la historia, y aunque no hay un momento exacto en el que se pueda establecer el inicio del tráfico de personas en México, se puede decir que ha sido un problema persistente durante décadas. El fenómeno se ha intensificado en las últimas décadas, y hay varios factores históricos y contemporáneos que han contribuido a su proliferación.
Históricamente, México ha sido un país de origen, tránsito y destino para el tráfico de personas. La violencia y la pobreza son los principales factores que motivan a las personas a huir de sus países de origen, con el objetivo de llegar a lugares con mejores condiciones de vida, principalmente los Estados Unidos.
El tráfico de personas se ha convertido en los últimos años en un negocio sumamente lucrativo, está entre los primeros cinco negocios más lucrativos del mundo. En México al haber un mayor control territorial por parte de los cárteles se dificulta el tránsito de las personas, entonces además de los conflictos que obligan al desplazamiento forzado de las personas de sus países de origen, los estados implementan medidas de control migratorio, que se vinculan con las actividades criminales, cómo el tráfico de personas, la trata y la extorsión'
Uno de los mayores peligros que enfrentan los migrantes es la colaboración implícita entre algunos elementos de las fuerzas de seguridad y estos grupos delictivos. En casos alarmantes, el personal responsable de salvaguardar la integridad de las personas se convierte en parte de este engranaje delictivo, entregando a los migrantes indefensos a las redes locales.
La falta de seguridad en las rutas migratorias ha permitido que estos grupos operen con relativa impunidad, llevando a cabo actos de violencia y explotación.
En México no tenemos protocolos adecuados para la atención de personas en movilidad, las personas tienen miedo de presentar denuncias, porque no es su interés permanecer en México o peor cuándo tenían interés de quedarse en México y se sienten en peligro. Hace falta tener mayor empatía, porque las personas en movilidad generalmente quieren llegar a su destino y pasar desapercibidas y eso desafortunadamente juega en contra de los datos, no es posible saber cuántas personas transitan por México, no es posible saber con precisión cuántos han sido víctimas de delitos entre ellos el secuestro o la extorsión
Una fuente consultada al respecto de los eventos registrados en Tamaulipas dónde personas en movilidad han sido 'levantadas' o secuestradas por grupos criminales expresó lo siguiente:
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En el contexto de seguridad pública primero hay que entender que con excepción de la CDMX, en el resto de los estados que cambiaron de partido en el poder, que ahora son gobernados por Morena están enfrentando un aumento significativo en sus índices de violencia, porque los grupos que ya están establecidos, tienen un nivel de acuerdo con los actores del estado, cuando los quitan porque entra una nueva administración, les cambias las reglas del juego. En el caso de Tamaulipas, hay organizaciones que llegaron con el actual gobierno y están tratando de controlar territorios. Una vez que un grupo delictivo 'controla' una zona, los traficantes de personas o coyotes, pagan una cuota a dicho grupo para poder transitar por su territorio.
- Control territorial
- Represalias o castigo
- Presión política
Una vez que ya están establecidos los acuerdos, el traficante de personas que generalmente es independiente del grupo delictivo que controla la zona, ya sabe con quién tiene que acudir a pagar la cuota por los miles de migrantes que va a mover por su territorio y eso fluye normal, pero cuando tienes un grupo nuevo que llega a disputar el territorio al grupo local, se dan estos casos, dónde secuestran a las personas para exigirles un pago de piso. El traficante acuerda un pago que ronda entre $300 y $500 dólares americanos por migrante, pero en estos casos de levantones, los grupos llegan a exigir hasta diez veces este monto para liberar a las personas.
¿Cómo operan los coyotes?
El tráfico de personas, funciona bajo un esquema de 'servicio telefónico' es decir, si un migrante logró cruzar la frontera pagando una cuota al coyote, después un amigo o familiar quiere emigrar también, le llaman al mismo número de teléfono para pedir el 'servicio' porque ese traficante o coyote 'garantiza' el cruzar a la persona la frontera, aunque nunca se llegan a conocer físicamente, todo es vía telefónica.
Estos levantones, además de ser una forma muy efectiva de obtener recursos económicos, también es una manera de demostración de poder, entonces el traficante se verá afectado en su negocio, pues nadie quiere pagar a un coyote que le han levantado gente. Con relación al rescate de los cinco migrantes por personal de la Guardia Nacional, pueden ser varios escenarios, que los están moviendo de lugar porque están cerca de dar con ellos, que quieren calmar un poco las aguas, que ya pagaron su 'liberación' y los van a 'cruzar' o bien iban en camino a retirar el dinero.
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Hasta el momento el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que es la Secretaría de Seguridad Pública Federal quien está llevando a cabo la búsqueda de las personas, en su conferencia matutina mencionó hablar con el gobernador Américo Villarreal y estar en constante comunicación, sin embargo no se tiene conocimiento del paradero de estos migrantes, así como tampoco se conoce su situación física.
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La lucha contra el tráfico de personas se ha intensificado en los últimos años, y se han implementado medidas tanto a nivel nacional como internacional para combatir este delito. Es importante destacar que el tráfico de personas es una violación grave de los derechos humanos y una preocupación mundial, y los esfuerzos para abordar este problema requieren colaboración entre los países, agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.