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México

Don Beto Puente, un ejemplo de esfuerzo y amor por la vida

El tren le mutiló una pierna pero no las ganas de vivir y de salir adelante.

Don Alberto Puente, se gana la vida vendiendo chicles en uno de los cruceros más transitados de Ciudad Victoria. Foto: Oscar Pineda
Don Alberto Puente, se gana la vida vendiendo chicles en uno de los cruceros más transitados de Ciudad Victoria. Foto: Oscar Pineda

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Por: Oscar Pineda

VICTORIA, Tamaulipas.- Un accidente le arrebató sus piernas y la posibilidad de caminar, pero no las ganas de vivir y de salir adelante.

Es la historia de Alberto Puente Rocha “don Beto”, como le dicen sus amigos y la gente que diariamente lo ve trabajar montado en su silla de ruedas en la vía pública.

A sus 66 años y enfermo de diabetes, don Beto ve cada día como una oportunidad para salir adelante y apoyar a su familia y por eso su dicho preferido es “estoy feliz y agradecido con Dios por esta vida que me dio”.

Para llevar el sustento a su casa, donde lo esperan una nieta, también con discapacidad, y una hija, don Beto se dedica a la venta de chicles en el crucero del libramiento Naciones Unidas y salida a Matamoros, en contra esquina de la Fiscalía General de Justicia.

Su jornada en el crucero inicia a las nueve de la mañana y termina después de la una de la tarde, hora en la que se traslada a la entrada de la tienda Soriana Palmas para completar el día.

Don Beto trabajando en crucero de Victoria.Don Beto trabajando en crucero de Victoria.

¿Cómo fue el accidente que lo dejó discapacitado?

Como muchos mexicanos, don Alberto Puente, originario de Tula, Tamaulipas, salió de su pueblo en busca del sueño americano.

En su intento por llegar a Estados Unidos trató de subir a un tren en marcha en Chihuahua y resbaló, quedando sus piernas atrapadas entre los rieles.

El tren le cortó la pierna izquierda y una parte del pie derecho, pero no sus ganas de salir adelante y enfrentar con valentía su nueva realidad.

El trabajo lo motiva y lo mantiene con vida

Aunque sus hijas le piden que deje de trabajar, don Beto no acepta, pues para él, el trabajo y la convivencia diaria con la gente lo mantiene con ánimo de seguir luchando en esta vida.

Su nieta, una niña con discapacidad psicomotora, es su otra motivación y por ella sale cada día a ganarse la vida.

Apenas este año pudo ingresar al programa de pensión para adultos mayores del gobierno federal y ha recibido algunos apoyos del DIF Tamaulipas, sin embargo estos apoyos y los ingresos por la venta de chicles es insuficiente para cubrir todos sus compromisos.

Don Beto se ha ganado la admiración y el cariño de mucha gente en el crucero de la salida a Matamoros y en la puerta de Soriana, si usted lo ve alguna vez no dude en saludarlo y él le transmitirá su buena energía; si además puede ayudarlo no lo dude.

Don Beto trabajando el crucero de Victoria.

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