Plan conjunto para mejorar la disponibilidad de agua en el norte de Tamaulipas
Se propuso apoyar la infraestructura hidráulica para todos los usuarios, recuperando volúmenes en conducción y operación.
REYNOSA, Tamaulipas.- Debido a la situación que enfrenta la cuenca del río Bravo, que es la segunda más comprometida del país por la falta de disponibilidad de agua, el Gobierno de Tamaulipas, legisladores, la Comisión Nacional del Agua y organizaciones sociales acordaron un plan conjunto para implementar acciones concretas a fin de revertir la situación.
Durante el Foro «Situación Actual de las Aguas del Río Bravo», efectuado este viernes en el Centro de Convenciones Expo Reynosa, se realizó un enlace virtual con el gobernador Américo Villarreal Anaya, quien desde la Mesa de Seguridad en el C-3 de Ciudad Victoria aseguró que está atento a la problemática de la cuenca del río Bravo y reiteró todo su apoyo para dar seguimiento puntual a los acuerdos logrados en el evento.
En este foro se acordaron siete puntos para que, de manera conjunta y en unidad, se enfrente este tema que es de «vital importancia», como lo señaló Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social del estado.
Tras la participación de funcionarios de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), legisladores, dirigentes del Consejo de la Cuenca Río Bravo y expertos en temas hidráulicos, se acordó solicitar una actualización de los volúmenes agregados y concesionados por parte de la CONAGUA, para que exista concordancia con el volumen extraído.
Asimismo, se planteó pedir apoyo a los diputados federales para gestionar recursos federalizados y aumentar significativamente programas como PROAGUA y el Programa de Apoyo a la Infraestructura Hidroagrícola, además de generar políticas públicas a favor del correcto uso del agua y el cambio de cultura en su manejo. También se propuso apoyar la infraestructura hidráulica para todos los usuarios, recuperando volúmenes en conducción y operación.
Además, se acordó solicitar a las y los senadores una supervisión detallada sobre el correcto cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, así como exhortar a la CONAGUA a un aumento drástico en el número de inspectores federales que vigilen, sancionen y reordenen la sobreexplotación de la cuenca. Asimismo, se propuso fomentar el reúso de aguas residuales tratadas, de tal manera que se asegure el abastecimiento para las demandas de la zona fronteriza.
Por último, se planteó finiquitar la reglamentación de la distribución de agua en la cuenca, siendo un tema primordial y postergado desde los estudios técnicos justificativos de 2011.