Justicia para Lily

¿Por qué impacta tanto el feminicidio de Lily, ocurrido en una tienda Coppel?

DURANGO, Durango. - El asesinato de Eva Liliana al interior de una tienda de la cadena Coppel de la ciudad de Durango es una tragedia en todos los sentidos.

El primero, y más importante, es el hecho per sé: la muerte temprana de una mujer productiva, con familia, a la que le quitó la vida un sujeto del que hasta ahora sabemos casi nada.

Después de la pesadumbre que causa la tragedia, está la incertidumbre que ocasionan cuestionamientos básicos y naturales, hasta ahora no respondidos, como el quién y el por qué.

Le pasó a Lily, pero, ¿le pudo pasar a cualquiera? Mientras el caso no se esclarezca y se desconozcan los motivos del agresor, existen argumentos suficientes para que cualquier mujer así lo piense y tenga plenamente fundados su temor y sensación de inseguridad.

De ahí la importancia de un principio básico de la justicia, los actos ministeriales y la seguridad: la prontitud. Se requiere para que el miedo, enemigo número uno de la percepción de seguridad, impere.

Pero eso no es todo: si bien el hecho no ocurrió en la vía pública, se dio en un lugar que uno consideraría, en el sentido más básico y lógico, como un espacio seguro.

¿O a poco si alguien pretende agredirla (o agredirlo) a usted afuera de Coppel, no pensaría entrar a la tienda como una primera opción de resguardo?

Eso nos da pie al siguiente punto: ¿Cómo es que nadie se dio cuenta a tiempo de lo sucedido? Si bien las autoridades no han divulgado la cronología de lo ocurrido, hay varios aspectos que no caben en la lógica del que esto escribe respecto a la reacción de compañeros y autoridades.

¿Lily gritó? ¿Nadie intentó entrar al baño durante la agresión? ¿Alguien escuchó o vio algo extraño? ¿Cuánto tiempo pasó hasta que la encontraron sin vida? Son dudas que quedan en el aire, pero que apuntan, todas, a respuestas que quizá resulten atípicas cuando se nos entreguen.

Por lo pronto, 24 horas después del hecho (momento en el que se redacta esta nota informativa), le seguimos buscando lógica al caso. Las formas apuntan a que el victimario conocía a la víctima; pero en esa atipicidad, nos podemos encontrar con una sorpresa.

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