3 zonas arqueológicas de Tamaulipas que debes visitar este 2025
Conocer nuestra historia genera arraigo, identidad y orgullo, es por esto que debes conocer los sitios en donde vivieron los primeros pobladores de Tamaulipas.
CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Pese a las acciones de investigación y difusión por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Tamaulipas, no son pocos los tamaulipecos que desconocen la existencia de sitios arqueológicos en nuestro estado.
Y muchos de quienes saben sobre la existencia de estas zonas arqueológicas aún no se deciden a visitarlas. Es por esto que a continuación te contamos algunos de los datos más interesantes de 3 sitios protegidos por el INAH y que puedes visitar en familia o como parte de una nueva aventura.
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Balcón de Montezuma
El sitio arqueológico Balcón de Montezuma se ubica en la Sierra Madre Oriental, en el ejido Alta Cumbre, a 18 kilómetros de Ciudad Victoria. Luego de llegar al ejido hay que caminar o recorrer un camino de terracería que ofrece 4 kilómetros de bellos paisajes en lo alto de la montaña, hasta llegar a los basamentos.
Los trabajos de rescate y restauración de Balcón de Montezuma iniciaron en 1988 bajo la dirección del arqueólogo Jesús Nárez Zamora, ahora fallecido. El primer elemento característico del lugar es una gran escalinata de más de ochenta peldaños, conformada por afloramientos naturales de lajas sedimentarias que los grupos aprovecharon hábilmente como acceso.
Enseguida se encuentra casi un centenar de basamentos circulares con grandes lajas calizas, rellenos de tierra y escombro (plataformas sobre las que se edificaban las viviendas); los hoyos en el basamento número 48 indican que las paredes se levantaron con palos y ramas entretejidos con lodo y que los techos tenían forma de cono y que eran forrados con palma.
Dadas las dimensiones del sitio y su ubicación, los especialistas consideran que Balcón jugó un papel muy importante en las relaciones y rutas comerciales en la región.
Sabinito
El Sabinito se encunetra en la zona serrana de Soto la Marina. Se trata de uno de los muchos asentamientos semejantes que se establecieron en las inmediaciones de la sierra de Tamaulipas, pero que muestra semejanzas sorprendentes con sitios como el Balcón de Montezuma en la Sierra Madre Oriental.
Respecto a las dimensiones de los basamentos en el Sabinito, éstas llegan a alcanzar hasta 4 metros de altura, debido a que la aguda pendiente del terreno exigía elevar más el muro por uno de sus lados para alcanzar el nivel, e integrar así la arquitectura a la accidentada topografía.
Todos los basamentos, sin excepción, se edificaron con lajas de piedra caliza de 5 a 10 centímetros de espesor, yuxtapuestas sin cementante. Los especialistas del INAH señalan que se trata de una tradición que en algún momento estuvo integrada al mundo mesoamericano, diferenciándola de los grupos seminómadas que la rodeaban y que sin lugar a dudas tuvo contacto con los grupos huastecos de más al sur, así como con grupos aldeanos del sudeste de Estados Unidos.
Se ha calculado que El Sabinito está conformado por más de 600 estructuras, y que llegó a tener más de 1500 habitantes durante su apogeo.
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Zona Arqueológica Las Flores
El sitio contaba originalmente con más de 20 montículos que fueron construidos entre el año 1000 y 1250 d.C. Sin embargo, gran parte del sitio fue destruido por la construcción de las colonias Águila y Las Flores durante el auge del petróleo en Tampico (entre los años 1920-1950) y sólo quedó un montículo en un pequeño lote de propiedad municipal usado como basurero, el conocido como Pirámide de Las Flores, con características de planta circular, forma de cono truncado, y aproximadamente 6 metros de altura con 36 metros de base.
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En 1991 y en 1997 se realizaron varios trabajos de liberación, consolidación y restauración por parte del INAH en colaboración con el Ayuntamiento de Tampico y se instaló la infraestructura necesaria para proteger y permitir el acceso al público.