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México

Tragedia en la Iglesia de la Santa Cruz, aún no se esclarece

Un año después, la incertidumbre persiste; las causas del derrumbe siguen sin esclarecerse, y las familias de las víctimas continúan en su búsqueda de justicia.

Un año después, la incertidumbre persiste; las causas del derrumbe siguen sin esclarecerse, y las familias de las víctimas continúan en su búsqueda de justicia. Foto: Axel Hassel
Un año después, la incertidumbre persiste; las causas del derrumbe siguen sin esclarecerse, y las familias de las víctimas continúan en su búsqueda de justicia. Foto: Axel Hassel

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Por: Axel Hassel

CIUDAD MADERO, Tamaulipas.- Hoy, 1 de Octubre, se cumple un año de una de las tragedias más desgarradoras en la historia reciente de Ciudad Madero, Tamaulipas, el derrumbe de la iglesia de la Santa Cruz.

Este fatídico evento dejó un saldo de 12 personas fallecidas y más de 50 afectados, y sigue marcando a la comunidad, que aún no ha encontrado consuelo ni respuestas.


Aquel domingo 1 de Octubre del 2023, durante una misa de bautizo oficiada por el sacerdote Ángel Vargas Uribe, la iglesia de la unidad nacional se vio envuelta en un desastre inesperado, marcando las 2:18 de la tarde, el techo colapsó para dejar atrapados a decenas de personas, en un ambiente de pánico y caos.

Los testimonios de quienes estaban presentes relatan el terror y la confusión que siguieron al derrumbe, mientras los esfuerzos de rescate comenzaron de inmediato para ayudar a los atrapados y heridos.


Un suceso que paralizó al sur del estado, que conmocionó a todo Tamaulipas y resonó en gran parte del país, generando un impacto significativo en el ámbito religioso a nivel mundial, que a día de hoy, sigue sin esclarecerse.

Un año después, la incertidumbre persiste; las causas del derrumbe siguen sin esclarecerse, y las familias de las víctimas continúan en su búsqueda de justicia.


En una misa conmemorativa celebrada hoy, el padre Ángel Vargas Uribe, visiblemente afectado por los acontecimientos, expresó: “Hoy cierro mi ciclo con este tema, no lo quiero volver a tocar”, dejando un confuso “sabor de boca”.

En el terreno de lo que fue la iglesia, ahora hay un espacio dedicado al recuerdo, en donde amigos y familiares de los fallecidos han colocado ofrendas, fotos, velas y flores en honor a aquellos que perdieron la vida.


La tragedia no solo dejó pérdidas humanas, sino que también desató una ola de preguntas sobre la seguridad de los lugares de culto y la responsabilidad de las autoridades.

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